Los dolores lumbares y musculares suelen aparecer con mucha frecuencia al someter el cuerpo a rutinas de ejercicios extremas, sentarse por muchas horas en posiciones incómodas y hasta con la rutina del día a día. Sin embargo, hay varios métodos para reducir el dolor, ya sea con pastillas, masajes o una ducha de agua caliente, pero en esta oportunidad nos enfocaremos específicamente en aliviar el dolor con almohadillas eléctricas.
Principales causas de los dolores musculares
El dolor es la forma que tiene nuestro cuerpo para comunicarnos que algo no va bien, no es de su agrado o que está completamente cansado y, en ocasiones, si no se trata a tiempo, puede llegar a afectar la salud de tal forma que cualquier posición o movimiento dolerá extremamente.
Una persona cuando está en el gimnasio e intenta realizar ejercicios completamente diferentes a los habituales sin usar una faja protectora para cuidar la espalda y, excediéndose en peso, puede llegar a padecer de dolor de espalda y en otras partes del cuerpo en donde los los ejercicios practicados se hicieron de forma exhaustiva. Por ello, es recomendado utilizar una faja protectora para cuidar la espalda y hacer correctamente la rutina planificada en las posiciones que recomienda el entrenador para evitar comprometer las partes del cuerpo que son altamente susceptibles a los dolores musculares, como los son: el cuello, hombros, piernas y espalda. Asimismo, también hay que evitar comprometer nuestro cuerpo llevándolo al extremo para evitar daños mayores.
Por ello, es importante cuidar nuestro cuerpo, no solo por fuera, sino también por dentro para evitar estos molestos dolores que pueden llegar a causar fuertes migrañas y hasta la pérdida del sueño.
Por otro lado, cuando se está sentado muchas horas frente al ordenador, trabajando, jugando o revisando las redes sociales, el dolor que suele aparecer está ubicado a la altura del cuello y hombros, por lo que podrías presentar tortícolis o el famoso latigazo cervical. La tortícolis es aquella en donde los músculos se contraen de forma involuntaria en tal sentido de que, al mover el cuello, se presentará un dolor agudo que no te dejará mirar o girar la cabeza hacia los lados.
Por otro lado, el latigazo o esguince cervical es algo similar a la tortícolis, pero con la diferencia de que esta no afecta solamente a los músculos del cuello y hombros, sino también a la espalda y hasta es capaz de afectar tendones, nervios y discos, lo que lleva en casos extremos a producir hernias discales a causa de no cuidar la forma de sentarse. Es decir, no estar arqueado y no tener una almohada o soporte para reposar la cabeza y el cuello.
En la actualidad, hay muchas formas para poder librarse de ese dolor; en la mayoría de los casos ninguna necesita asistencia médica, solo bastará con tomar analgésicos o con un buen masaje para reducir y aliviar el dolor hasta hacerlo desaparecer. No obstante, hay personas que no pueden realizarse masajes porque poseen los músculos muy atrofiados o que están tomando un tratamiento y no desean mezclar las pastillas, por lo que salen a relucir las almohadillas eléctricas.
Y, así como sucede con el cuello y la espalda, también hay otros tipos de dolores que aparecen en cualquier zona del cuerpo y estos variarán según cómo los hayas extralimitado, por lo que para aliviar el dolor, una almohadilla eléctrica puede ser una solución rápida y agradable.
¿Qué es una almohadilla eléctrica y qué beneficios tiene?
Una almohadilla eléctrica es aquella que tiene forma de pequeña manta y usa pilas o se conecta a la corriente para generar calor. Al estar a la temperatura deseada, se coloca en la parte del cuerpo en donde se sienta dolor y, al cabo de unos minutos, el dolor irá disminuyendo poco a poco; en algunos casos, hasta lo hará desaparecer.
Otro de los beneficios que tienen las almohadillas eléctricas es la regulación con los climas fríos. Dado que, estas las podrás tener en tu cuerpo en una temperatura estipulada, por lo que podrás utilizarlas durante la noche para dormir cómodamente y, lo más importante, sin frío; por lo que pueden ser una alternativa mucho más factible que utilizar cubrirse con muchas mantas que suelen ser más pesadas.
Aunado a ello, las almohadillas eléctricas también se pueden colocar en la cabeza. De tal forma que ayudarán a reducir las jaquecas y dolor extremos en la sien. Fomentan un sueño más relajado, disminuyen el estrés y son recomendadas por los médicos para las personas que sufren de contracciones musculares con frecuencia.
¿Qué aspectos considerar para adquirir una almohadilla eléctrica?
Para que puedas saber qué almohadilla eléctrica comprar (si pulsas aquí, encuentras varias opciones de compra), tienes que considerar varias características importantes. La primera de ellas es la regulación de la temperatura, ya que así podrás ajustar el calor que esta podrá transmitir hacia tu cuerpo para relajarlo. Dado que, no necesitas una que te queme, sino que esté a una temperatura apta y no dañina para la piel.
La siguiente a considerar es el tamaño, esta también es importante, ya que tienes que evaluar para qué quieres la almohadilla. Es decir, si la deseas para cubrirte del frío o para aliviar el dolor de pequeñas zonas del cuerpo, ya que en el mercado hay disponible de muchos tamaños.
El sistema de calentamiento es un aspecto importante, así como también el apagado automático, por lo que estas dos características están relacionadas entre sí y hablaremos de las dos de forma simultánea.
Hay modelos que se calientan a con mucha facilidad, así como también hay otros que necesitan de un tiempo de hasta 10 minutos para poder estar a la temperatura deseada, por lo que si no te gusta esperar, aquellos modelos que son de calentamiento rápido son los más recomendados.
En cuanto al sistema de apagado, si vas a usar la almohadilla térmica para dormir o aliviar fuertes dolores, es importante que esta se apague de forma automática, ya que así podrás evitar consumos excesivos o posibles accidentes con altas de tensión, lo que podría poner en riesgo tu integridad física, por lo que te recomendamos que consideres aquellos modelos que cuenten con un sistema de apagado automático, así como también uno que proteja al equipo de la sobretensión.
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