Más allá de disfrutar de una ducha templada, contar con agua caliente en nuestros hogares es fundamental. Sus beneficios no solo están vinculados a la salud y el bienestar, sino también con la practicidad y la higiene. En tal sentido, echar un vistazo a sus principales usos nunca está de más.
La instalación de calentadores de agua en los hogares es un requisito que muchos consideran indispensable. Esto se debe a que el acceso al agua caliente sanitaria puede proporcionar no solo comodidad a todos los que viven bajo un mismo techo, permitiendo disfrutar de una reconfortante ducha caliente antes de empezar el día, también tiene otros usos que la mayoría de las personas desconoce. En las siguientes líneas daremos un recorrido por los usos más insospechados que se le pueden dar al agua caliente, con la finalidad de que aproveches al máximo este recurso.
Agua caliente en la cocina
Servir bolas de helado perfectas: Un cuenco con agua caliente y una cuchara de gatillo es todo lo que necesitas para lograr servir con rapidez y eficiencia una perfecta bola de helado. El truco está en sumergir previamente la cuchara en el agua caliente, para que esta tenga una temperatura superior a la del helado y así pueda deslizarse suavemente. Tendrás que repetir el proceso con cada bola que desees servir.
Abrir frascos muy apretados: ¿Quién no ha sufrido alguna vez el problema de no poder abrir un frasco? Este inconveniente tiene una solución muy sencilla. Bastará con colocar agua caliente en un recipiente, la suficiente como para cubrir la tapa. Después, solo debes asegurarte de que la tapa se cubra por completo y esperar un poco más de medio minuto. La tapa se dilatará y se suavizarán los sellos que contiene, permitiendo que el proceso de apertura sea mucho más fácil.
Untar mantequilla de forma sencilla: Si te enfrentas con frecuencia al problema de no poder untar tu pan con mantequilla, porque está demasiado endurecida, utiliza el siguiente truco.
Coloca agua caliente en un vaso durante un par de minutos. Después, vacíalo y ponlo encima de la barra de mantequilla. El calor del vaso se transferirá a la mantequilla, ayudando a que las capas superiores se suavicen para que puedas retirarlas con un cuchillo o cuchara con mayor facilidad y, por lo tanto, untarlas sobre el alimento que prefieras.
Pelar frutas de piel fina: Algunas frutas, como los melocotones, tienen una piel muy fina y no son fáciles de pelar. Para estos casos, bastará con sumergir las frutas en agua hirviendo durante unos segundos. Después, deberás colocar las frutas en agua fría. Este proceso facilitará el proceso de pelado, ya que la piel se desprende con mayor facilidad.
Reducir el tiempo de cocción de algunas semillas: Los garbanzos, las judías y otras leguminosas, requieren largos periodos de cocción. Sin embargo, esto se puede reducir considerablemente si, después de lavarlas, las dejas remojar en agua caliente durante algunas horas. Verás que se hidratan con mayor rapidez y estarán suaves en menos tiempo, lo que también supone un ahorro en el consumo de la energía requerida para su cocción.
Usos del agua caliente en la limpieza del hogar y para el cuidado de la ropa
Agua caliente para eliminar la grasa: Los residuos grasos se depositan con facilidad en la encimera, los suelos y la ropa. Sin embargo, pueden eliminarse de forma sencilla si les aplicamos agua caliente. El agua a una temperatura elevada suavizará las moléculas de grasa y, en conjunto con un jabón adecuado, puede disolverlas mejor.
Su utilización también es eficaz cuando tenemos que lavar los platos, ya que los restos de comida con grasas suelen ser difíciles de eliminar. Este proceso evita que tengamos que frotar demasiado, así como invertir más tiempo y esfuerzo en la limpieza.
Esto aplica también cuando la grasa se deposita en las fibras de alfombras y otros tejidos. Solo debes tener cuidado de utilizar la temperatura adecuada, ya que ciertos tipos de telas, como el nylon o el elastano, no suelen tolerar bien la exposición a temperaturas elevadas.
Intensifica los colores de tus prendas: Para realzar los colores de tus prendas favoritas, puedes añadir agua caliente y sal al ciclo de lavado normal. Esto ayudará a que los colores se fijen y tengan una mejor apariencia por más tiempo.
Agua caliente para el jardín y las flores
El agua caliente mantiene las flores frescas por más tiempo: Aunque parezca contraproducente, lo cierto es que el agua caliente, en específico a una temperatura alrededor de los 44ºC, puede ayudar a que las flores cortadas se mantengan hidratadas de forma eficaz. Esto se debe a que el agua caliente recorrerá en menos tiempo el tallo, para alcanzar los pétalos y mantenerlos humectados. De esta forma, se conservan en mejor estado los ramos de flores cortadas.
Controlar plagas de las plantas con agua caliente: Si tienes un bello jardín o eres aficionado a las plantas, este consejo te interesará. Muchas de las plagas que atacan las plantas desde el suelo son sensibles a las altas temperaturas, por lo que no logran sobrevivir si son expuestas a la acción del agua caliente. Lo más recomendable es regar nuestras plantas con agua que esté a una temperatura entre los 48 y los 55ºC, aplicándola directamente sobre la raíz.
Elimina hierbas indeseables con agua caliente: El uso de sustancias químicas debería ser la última opción a la cual recurrir cuando se trata del hogar. En especial, cuando tenemos bebés y mascotas, que pueden terminar intoxicándose. Si deseas mantener a raya a las hierbas y eliminarlas de lugares como los machuelos, puedes utilizar agua hirviendo. Esto quemará la planta y facilitará su extracción posterior.
Conclusión
El agua caliente no solo se puede disfrutar en las duchas o en los jacuzzis, también tiene un gran potencial para ayudarnos en las tareas que realizamos en la cocina, en el jardín o para facilitar la limpieza. Por eso es tan importante contar con un buen electrodoméstico que te provea de este recurso, que sea seguro, eficiente y fácil de usar.
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