La estufa de pellets ha logrado un gran posicionamiento en el mercado, convirtiéndose en uno de los productos mayormente adquiridos durante la temporada de invierno. Al parecer, esto se debe a que su puesta en marcha es sencilla, el funcionamiento interno bastante interesante y la fuente de alimentación ecológica.
Tal vez hayas escuchado hablar acerca de la estufas de pellets, pero no tengas claro de qué se trata. Estos son unos equipos de calefacción de tipo ecológico, que emplean como principal fuente de alimentación de energía el pellets. Se trata de un combustible en forma de pequeños comprimidos de fácil incineración, compuestos de virutas de madera, aserrín y otros desechos de origen orgánico. En este sentido, podemos decir que estamos en presencia de un calefactor que trabaja con un biocombustible respetuoso del medio ambiente y sostenible.
Acerca de su funcionamiento
El funcionamiento de una estufa de pellets a simple vista es bastante sencillo, puesto que sólo debes llenar el depósito con el combustible y presionar el interruptor de encendido para avivar el fuego y tras algunos minutos comenzar a disfrutar del volumen de calor radiado. Sin embargo, internamente el proceso es un poco más complejo ¿Quieres saber?
Todo comienza al encender el aparato, ya que el pellets previamente acumulado en el depósito comienza a ser enviado automáticamente hasta la cámara de quemado. Después, gracias a un pequeño impulso eléctrico, este biocombustible comienza a ser incinerado lentamente. En este mismo módulo hay un pequeño acceso de ventilación que direcciona el flujo de aire frío hacia el cenicero de la estufa, pensado así para mantener la estabilidad de la combustión.
Al iniciarse la quema, el calor generado es enviado hacia la parte superior en donde se encuentra el sistema de rejillas de la estructura. Es en este momento cuando el flujo caliente pasa por el intercambiador y el calefactor prende de forma automatizada un ventilador integrado, cuya función es atraer el aire frío concentrado en la habitación y simultáneamente evacua el caliente.
Lo mejor de todo es que el aparato dispone de algunos sensores de tipo térmicos, que determinan el nivel de calor necesario para sosegar el frío de la estancia y seguidamente detener el proceso de combustión. Pero no te preocupes, ya que los sensores, al detectar la baja en la temperatura, reanudan rápidamente el arranque anteriormente mencionado.
Es importante mencionar que este tipo de estufas de pellets no sólo generan calor en base al flujo de aire, sino también a través de la radiación emanada por la ventanilla dispuesta en el área frontal del módulo de incineración.
Conoce las estufas de pellets que el mercado tiene para ti
El mercado de artículos de calefacción pone a tu alcance una amplia gama de calefactores, por lo que decidir cuál es la mejor estufa de pellets podría ser una tarea que requiere tiempo. Los modelos varían con respecto a la estética de su estructura, formato y alimentación de energía. A continuación, te contamos un poco acerca de algunas opciones:
Las estufas pellets canalizables
Si durante los días fríos del año deseas calentar simultáneamente de dos a tres estancias de tu vivienda, te convendría saber que las estufas pellets canalizables hacen esta tarea posible. El equipo ha sido provisto con un mecanismo interno especial que permite la distribución del aire caliente por medio de canalizadores.
Hidroestufas
Estos equipos de calefacción también son conocidos como calderas. Su función no sólo es calentar el ambiente sino también el sistema de agua sanitaria del hogar.
Las estufas de pellets de aire forzado
Este es uno de los modelos mayormente adquirido por los compradores, quienes desean calentar una estancia específica de su hogar. El funcionamiento del aparato es bastante sencillo, ya que tan sólo incorpora a la estructura una entrada y una salida de aire. En este sentido, el flujo frío entra por un conducto hasta el módulo de quemado y por la segunda salida es expulsado el aire caliente que ambientará la estancia.
El pellets: un combustible amigable, limpio y sostenible
El pellets se encuentra en la categoría de biocombustibles, debido a que procede de los desechos de la madera, ofreciéndonos la energía química concentrada en ella. De esta manera al incinerar podemos aprovechar todo su potencial calórico y así calentar nuestro hogar durante los días de invierno.
Su uso, aunque parece novedoso, no lo es, ya que si damos una vista al pasado, encontraremos que este tipo de combustible había sido empleado desde la era prehistórica. Lo ocurrido fue que con el paso del tiempo y la evolución del hombre, comenzaron a surgir los combustibles fósiles como la gasolina, el gas y una serie de derivados, que brindan una mayor eficiencia pero son altamente contaminantes. En este sentido, la biomasa fue delegada a segundo plano.
No obstante, con la problemática ambiental tan fuerte que estamos viviendo debido al deterioro de la capa de ozono, los diferentes organismos ambientales se dieron a la tarea de promover una “cultura verde”, que nos ha hecho retomar los combustibles de lineamiento ecológico.
Tras el uso del pellets existen mucho mitos e interrogantes ¿Es realmente un recurso sostenible? ¿Qué tan perjudiciales son las emisiones de CO2 producto de su quema?
Los biocombustibles como el pellets son completamente sostenibles, puesto que existen cultivos especiales para su producción. Es decir, en este sistema, al igual que se talan los árboles también se siembran, por lo que en ningún momento se atenta contra la integridad de nuestros pulmones vegetales, los bosques.
Con respecto a las emisiones contaminantes, tenemos que decir que es cierto que el pellets, al ser expuesto a un proceso de combustión genera una cantidad de aire tóxico, que de hecho es separado del aire caliente y expulsado por el compartimento trasero de la estufa.
Sin embargo, algunos investigadores defienden enérgicamente la teoría de la neutralidad de dichas emisiones. Es así como exponen que al momento de la quema el CO2 arrojado a la atmósfera no se genera ningún daño ambiental, debido a que se compensa con la carga de CO2 absorbida por el árbol antes de ser talado. En este sentido, hablamos de una energía limpia y sostenible.
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