Hay dispositivos que se han vuelto indispensables tener en nuestro hogar, los cuales muchas veces pasan desapercibidos por su pequeño tamaño pero que en realidad tienen una tarea muy importante que realizar. Todos conocemos los problemas que nos genera un ambiente sin suficiente humedad, resecando nuestra garganta y piel, a la vez que nos produce la famosa y molesta tos seca, la cual nos dificulta el descanso por la noche. ¡No temas! Por suerte, existe una solución económica a este problema y ese es el caso de los conocidos humidificadores.
La cantidad de beneficios y propiedades positivas que se les atribuye a estos dispositivos son tales que su uso es cada vez más frecuente en nuestras casas, sobre todo si tenemos hijos y queremos velar por su bienestar.
Gracias a que ayudan a crear un ambiente más limpio y agradable al regular el nivel de humedad de una habitación, estos aparatos están particularmente recomendados para combatir algunos problemas respiratorios causados por un ambiente seco, facilitando la respiración de cualquier persona sin importar su edad.
En términos generales, los mejores humidificadores que se encuentras en el mercado combaten eficientemente la sequedad del aire, sobre todo si vives en un lugar muy caluroso o muy frío, en donde normalmente estás obligado a adquirir algún sistema de climatización, como por ejemplo un calefactor, el cual reseca el ambiente notablemente. Por esto, es muy importante realizar un mantenimiento frecuente al dispositivo en donde puedas desinfectar, a la vez que limpiar a profundidad, tu humidificador para garantizar su eficiencia y evitar cualquier acumulación de bacterias y hongos.
Comienza por una limpieza básica
Es recomendable empezar limpiando el filtro, por lo que deberá ser necesario apagar y desconectar el humidificador para evitar cualquier daño. Retira el filtro y colócalo bajo la llave del agua, enjuagándolo bien con agua fría hasta que logres eliminar todas las impurezas y luego utiliza una toalla limpia y seca, sobre la que puedas colocar el filtro y seguir limpiando las otras piezas mientras se seca sólo.
Hay que tener en cuenta que los filtros se arruinan permanentemente si los lavas con algún tipo de limpiador químico, por lo tanto, utiliza únicamente agua para limpiarlos. Por otro lado, hay modelos de humidificadores a los que se les deberá cambiar el filtro cada cierto tiempo, por lo que deberás revisar bien las instrucciones.
Luego, retira el tanque de agua del interior del humidificador y vacíalo por completo, agregándole tres tazas de vinagre blanco y agitándolo un poco para que todo el interior quede bien impregnado y dejándolo reposar por una hora para que el vinagre actúe y desprenda todo el sarro que se acumula en el fondo del tanque de agua. Es bien conocido que el vinagre es un limpiador natural muy eficiente con propiedades antisépticas y desinfectantes, por lo que es muy utilizado en la limpieza de la casa.
Si el sarro está muy adherido al tanque o si la abertura es muy pequeña para meter la mano, ayúdate con un cepillo que puedas introducir hasta el fondo. Si no cuentas con un cepillo, una alternativa genial para esto es agregar al interior del tanque unas pocas cucharadas de arroz con vinagre y agua fría, creando una sustancia viscosa. Asegúrate de tapar bien el tanque y procede a agitarlo fuertemente durante un minuto aproximadamente, repitiendo el proceso cuantas veces sea necesario para retirar por completo toda la suciedad del interior del tanque.
Por último, lávalo bien con agua, asegurándote de que todos los granos de arroz se hayan ido. Aprovecha y limpia el exterior del humidificador con una esponja impregnada con vinagre y agua. Esto evitará que entren partículas de polvo al interior del humidificador y hará que sea más difícil la concentración de moho.
Cada cierto tiempo desinfecta el humidificador
Para desinfectar el interior del tanque de agua, en principio deberás hacer una solución de agua y cloro, vertiendo un galón de agua con una cucharadita de cloro en el tanque de agua. Deja reposar la solución por un tiempo aproximado de una hora, lo que garantizará una mejor desinfección de la parte interna del humidificador. Luego, vacía el tanque y enjuágalo bien con agua fría y limpia. Es importante que tengas en cuenta no dejar la solución con cloro por más de una hora, ya que una larga exposición al cloro podría dañar el dispositivo.
Existe una alternativa al cloro que es muy eficiente que consiste en verter un par de tazas de agua oxigenada en el interior del tanque y agitarlo fuertemente para que todo el interior se impregne bien. Déjalo reposar por una hora y enjuaga el tanque con mucha agua fría hasta limpiar completamente el interior de agua oxigenada.
También puedes hacer una limpieza profunda con vinagre
Para poder hacer una limpieza profunda con vinagre, deberás llenar el tanque con una relación de una taza de vinagre por cuatro litros de agua y enciende el humidificador por una hora. Tras pasar ese tiempo, enjuaga el interior del tanque con agua limpia, retirando todo el vinagre que haya quedado en el interior del tanque y vuélvelo a encender por una hora más.
Por último, enjuaga nuevamente el tanque y ya lo tienes listo para usar. Recuerda que no es recomendable encender el humidificador cuando tiene vinagre en su interior si estás en un ambiente cerrado, ya que, de lo contrario, toda tu casa olerá a vinagre.
En conclusión, es muy importante no olvidar reemplazar el agua del tanque con frecuencia, ya que si dejas agua almacenada por un largo lapso de tiempo, ésta acumulará en el fondo y en las paredes del humidificador gradualmente una cantidad negativa de sarro.
Además, si dejas pasar mucho tiempo sin limpiar el tanque, esos depósitos minerales acumulados resultarán muy difíciles de remover al endurecerse más de la cuenta, por lo que deberás aplicar una limpieza profunda para prolongar la vida útil de tu humidificador. Algunos usuarios recomiendan hacer una limpieza básica al humidificador cada dos o tres días y una limpieza profunda cada dos o tres semanas.
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