¿Qué es la arquitectura bioclimática?

Última actualización: 22.11.24

 

En unos tiempos en los que el objetivo de toda actividad humana es cuidar del medio ambiente, el concepto de vivienda bioclimática es la respuesta que la arquitectura nos ofrece para vivir de una mayor armonía con el medio ambiente. 

 

Uno de los objetivos actuales de cualquier actividad humana es cuidar del medio ambiente y aprovechar mejor los recursos que tenemos a nuestro alcance. La prueba la tenemos en las nuevas energías renovables, el uso de abonos vegetales en nuestros cultivos o incluso la presencia de vehículos que funcionan con biodiesel.

Este objetivo abarca a todas las áreas de nuestra actividad, por lo que es lógico que el  concepto de arquitectura tradicional también haya evolucionado, influido por lo que se ha venido en llamar la bioclimatología. Esta disciplina plantea un diseño de las viviendas personalizado conforme a las condiciones climáticas del entorno. Los nuevos edificios bioclimáticos aprovechan mejor la trayectoria del sol, la lluvia caída, la presencia de vegetación y otros elementos del entorno para reducir el impacto ambiental de la vivienda, mejorando su calificación energética.

 

Elementos de la arquitectura bioclimática

Debido al mayor aprovechamiento de los recursos naturales que persiguen las construcciones bioclimáticas, existen una serie de elementos fundamentales para su desarrollo y planteamiento.

Uno de esos elementos es la orientación solar. En función de cómo el sol cae en el terreno es posible, mediante una correcta orientación de la vivienda, aprovechar mejor esa energía para calentar la vivienda en invierno y evitar los calores más intensos del verano. Un planteamiento donde se toma en cuenta tanto la radiación como la conductividad de la vivienda, reforzada con los aislamientos térmicos necesarios para lograr los mejores resultados de confort. 

En este apartado también se tienen en cuenta los vientos dominantes, que pueden restar calor a la vivienda en invierno. Esto no implica aislar la casa de toda fuente de aire, dado que la ventilación es fundamental para un entorno adecuado. También es habitual que se estudien los diferentes flujos de aire en el interior de la vivienda, dado que estos reemplazarán el uso del aire acondicionado y la calefacción en las épocas en las que sea necesario, optimizando el funcionamiento energético de la vivienda.

En todo este planteamiento también se considera el microclima propio de la zona en donde la vivienda se vaya a utilizar. Dicho de otro modo, no es lo mismo una casa en la playa de una zona mediterránea, que en una zona de montaña del interior o en una llanura en la que la vegetación no abunda. Por eso, durante la fase de diseño de la vivienda, siempre se tienen en cuenta parámetros como las temperaturas medias de la zona, días de sol, precipitaciones, vientos, etc. 

Finalmente, aunque estamos hablando de construcción bioclimática, es obvio que la funcionalidad tiene que estar presente en la vivienda. De nada sirve hacer la casa bioclimática más ecológica del mundo si esta no es cómoda y funcional, conforme a las necesidades de la familia que la vaya a ocupar. Por tanto, el equilibrio entre ambas cuestiones siempre debe estar presente en el diseño.

 

Ventajas de la arquitectura bioclimática

La primera ventaja que surge gracias a las construcciones bioclimáticas es el ahorro de energía que estas viviendas generan en el entorno. Según el tipo de diseño, estas pueden llegar a ahorrar en torno al 80% del agua y la energía que se consumiría en una construcción clásica. No obstante, estos datos dependen también de la zona en las que se ubica la casa y los diferentes planteamientos empleados ecológicos que se apliquen en ella. De todos modos, la vivienda bioclimática siempre consumirá menos que una equivalente de tipo tradicional.

Por otra parte, el impacto visual que tienen estas construcciones en el entorno es bastante más reducido del que tendría una casa normal o al tipo, por lo que su planteamiento es ideal para encajar en entornos naturales, allí donde no sea conveniente una vivienda de construcción convencional.

Siguiendo con las ventajas, el tipo de construcción que emplean estas viviendas también es menos agresivo, gracias a la presencia de materiales naturales como la madera. Algo a lo que se suma el uso de elementos vegetales vivos en los diseños, tales como árboles o arbustos, que ayudan a reducir las concentraciones de CO2 en la zona donde se sitúan estas construcciones.

Inconvenientes de las casas bioclimáticas

Tal como pasa con casi todo en esta vida, también los edificios bioclimáticos tienen sus inconvenientes. Uno de los más importantes tiene que ver con el clima de la zona, dado que este tipo de construcciones no son adecuadas en lugares con temperaturas muy extremas. En estos casos, aunque es posible obtener parte de los beneficios de este tipo de arquitectura, lo cierto es que, si el calor o el frío son muy extremos, al final es necesario recurrir a la climatización artificial y empeorar el consumo energético de la vivienda.

Otro problema es el relacionado con la estandarización. Hoy día, tenemos viviendas modulares que se construyen en apenas un par de semanas y que hacen fácil el trabajo constructivo. Sin embargo, debido al trabajo de personalización casi milimétrica que requieren este tipo de construcciones, es obvio que los trabajos de diseño y planteamiento son bastante más complejos.

A consecuencia de lo anterior, los costes de la construcción bioclimática, a día de hoy, son más elevados de lo que supondría construir una vivienda equivalente en condiciones normales. No obstante, es cierto que la popularización de los materiales y las técnicas constructivas tenderán a reducir esta diferencia económica en el futuro, acercando el coste de ambos tipos de construcción a niveles aceptables.

 

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