Según diferentes estudios, un aislamiento de ventanas inadecuado se traduce en una pérdida de energía de un 15%. Una pérdida cuyo coste económico puede ser considerable. Por suerte, sellar ventanas no es una tarea compleja, cuya ejecución merece la pena si consideramos el ahorro que supone.
Cuando se trata de reducir el consumo energético de nuestro hogar, y con ello los costes económicos de la calefacción o el sistema de aire acondicionado, las ventanas son uno de los objetivos principales que debemos tener en cuenta. Algo que es aún más necesario en el caso de las ventanas correderas ya que, a diferencia de las ventanas con apertura hacia el interior, que sí suelen contar con aislamientos eficientes, estas correderas carecen de tales protecciones.
Afortunadamente, en el mercado es fácil encontrar todo tipo de productos con los que aislar ventanas de forma eficiente e impedir que el frío se cuele por las rendijas que dejan las correderas. Además, este aislante de ventanas suele ser fácil de instalar y tiene un coste relativamente económico. Por tanto, no tendrás que gastar mucho tiempo ni dinero para disfrutar de mejores sensaciones en tu hogar.
Primeros pasos
Lo primero que tenemos que saber es qué necesitamos para lograr un aislamiento térmico (en este enlace encuentras varios productos para elegir) de ventanas de calidad. En general, bastará con comprar un burlete para ventana con las medidas y características necesarias como para lograr el cierre hermético de los posibles huecos, a fin de impedir esas pérdidas de frío o calor. Como alternativa, también puedes recurrir a las juntas de goma para ventanas de aluminio que se venden en algunos comercios. Estos recambios pueden servir para reemplazar las juntas que ya estén deterioradas por el tiempo, simplificando el proceso de aislamiento.
A la hora de elegir la medida, es conveniente valorar el espacio entre la ventana y el marco. Dentro de la actual oferta de burletes para ventanas correderas, existen productos con diferentes grosores. La medida óptima es aquella ligeramente inferior al espacio que hay entre ambos elementos, lo que permite aislar con eficiencia pero sin que el burlete nos impida abrir la ventana. También es importante el diseño de ese burlete, aunque profundizaremos en ello más adelante.
Este mismo planteamiento lo utilizaremos a la hora de aislar los laterales de las ventanas correderas, en la zona en que estas se cierran y se abren. Antes de empezar, es fundamental que las ventanas cierren bien, por lo que debes comprobar que los ganchos de las ventanas encajen correctamente en su lugar. Una vez realizada esta verificación podremos aislar, usando burletes de mayor tamaño y grosor. La idea es colocar este burlete cerrando el lateral justo en el borde lateral de la corredera, evitando que el frío se cuele por aquí.
Tipo de burletes
Cuando vayas a comprar burletes, seguramente verás diferentes productos tanto por su perfil o diseño como por sus materiales. Empezando por estos materiales, tenemos productos de espuma, caucho o silicona. Los de espuma son los más baratos, pero también los menos duraderos, manteniendo sus características en torno a unos cinco años.
Por eso es recomendable recurrir al menos a los burletes para ventanas de aluminio fabricados en caucho, cuya vida útil es de unos 8 años. En cuanto a los de silicona, estos serían los más eficientes a la hora de aislar tus ventanas, duran hasta 10 años sin deteriorarse y son idóneos para lograr un aislamiento extremo frente a la humedad.
En cuanto a su forma, también tenemos tres opciones diferentes. Una de estas son los perfiles en P, adecuados para cubrir huecos de hasta 5 milímetros y recomendados para los laterales de las correderas. Por su parte, los productos de perfil tipo D cubren espacios de hasta 7,5 milímetros, aislando espacios aún más grandes con eficiencia. Finalmente, los perfiles tipo E son la solución para holguras de 1 a 3,5 milímetros, siendo lo más recomendable para su uso como burletes para ventanas de aluminio, tanto para la corredera en su parte inferior como para el cierre. Todo es cuestión de elegir lo que tus ventanas necesiten.
Colocación de los burletes
Si has llegado hasta aquí, te queda la parte más física pero también la más sencilla, sobre todo si has hecho tus deberes. Y es que la colocación de los burletes para ventanas resulta muy fácil, gracias a la calidad de los adhesivos que incluyen. Además, su presentación en rollo permite ir fijando los mismos poco a poco a lo largo del marco o la ventana, a fin de que el burlete quede bien montado en su lugar.
No obstante, es recomendable que antes de empezar con el montaje limpies con cuidado las zonas donde vayas a colocar los burletes. No dudes en desmontar las ventanas de tus rieles en caso necesario, para hacer más fácil la tarea. Una vez limpiadas las zonas de colocación, es clave secarlas perfectamente, para lo que puedes usar papel absorbente o incluso recurrir a un secador de pelo iónico, con el que evitar que queden restos de agua o humedad.
Una vez lista la superficie, no queda más que separar un poco el protector del adhesivo del burlete y pegarlo bien recto en su lugar. A continuación, iremos separando más protector y pegando con fuerza el burlete, hasta completar el montaje. Es importante que el burlete quede bien recto, para que sea útil. Cuando llegues al final, corta el sobrante con unas tijeras y fija con fuerza el extremo. En caso de que la tira no sea suficiente para cubrir toda la distancia, no hay problema en colocar otra tira de burlete a su lado y seguir con el montaje.
Otras soluciones
Dejando de lado las propuestas que hemos comentado, hay otras soluciones con las que reducir el impacto térmico de las ventanas en tu hogar. Entre ellas, se encuentran las cortinas aislantes del frío. A diferencia de las cortinas convencionales, estas se confeccionan con unos materiales más gruesos y eficientes, por lo que son muy útiles a la hora de reducir el efecto del frío, el ruido o la luz en el interior de tu hogar. Y lo mejor de todo es que, frente a lo que venía ocurriendo hace unos años, hoy día sus precios son más que competitivos.
Dentro de nuestros trucos para aislar ventanas, tenemos otro muy interesante, a la par que sencillo. Para aislar los cristales de tus ventanas a bajo coste, no necesitas más que un pulverizador de agua y papel de burbuja, siendo este último material un curioso pero eficiente aislante térmico para ventanas. Para su montaje, basta con mojar el cristal con el pulverizador e ir colocando con cuidado el papel encima. Es importante hacerlo correctamente, procurando que el papel quede bien pegado. El resultado tras montar este aislante térmico casero no es milagroso, pero sí notarás tanto una menor cantidad de frío en el cristal como una cierta reducción en el nivel de ruido de la estancia.
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