Hemos llegado al fin de semana, después de mucho trabajo y actividades que nos han consumido toda la energía, por lo que estoy seguro que ya estás buscando hacer algo relajante que te quite el cansancio y el estrés acumulado. Una alternativa muy recomendada es disfrutar de una sesión de spa, donde podrás aprovechar y disfrutar de un buen baño en el jacuzzi.
Las personas han utilizado los jacuzzis desde hace ya bastante tiempo gracias a Cándido Jacuzzi, quien, a raíz de la enfermedad de su hijo, desarrolló una bomba de agua sumergible que proporcionaba una función de hidroterapia a la bañera.
Por otra parte, existen culturas, como la japonesa y la turca, en donde los baños calientes relajantes son parte del día a día tradicionalmente, ya que conocen muy bien los beneficios para la salud que tiene una ducha con agua caliente. Aunque la mayoría de las veces los usuarios asocian el jacuzzi únicamente con un momento de relajación, varios estudios científicos han encontrado que los baños de agua caliente producen numerosos beneficios al organismo, de forma similar que sucede con el gasto energético y el control de azúcar que se obtiene con el ejercicio físico.
En el estudio realizado por la Universidad de Loughborough, se realizó una comparativa de los efectos que tiene un baño con agua caliente y realizar una sesión de ejercicio físico, tomando en cuenta valores como el gasto energético, el nivel de azúcar en la sangre y el número de calorías quemadas.
El estudio involucró a un grupo de 14 personas, a las que a la mitad se les pidió ducharse durante una hora con agua caliente, mientras a la otra mitad se le pidió realizar una hora de ciclismo. La idea era que todos los participantes de la prueba aumentaran al menos 1 grado centígrado su temperatura corporal en esa hora. Luego, se midió la cantidad quemada de calorías durante ese tiempo, a la vez que se les realizó un seguimiento para conocer el nivel de azúcar en el cuerpo por 24 horas más.
Los resultados del estudio asombraron a los investigadores, pues se determinó que un baño de agua caliente logra quemar aproximadamente 140 calorías, que es lo similar a caminar durante media hora. Por otro lado, los resultados del control de azúcar, durante las 24 horas siguientes, demostraron que los niveles registrados eran 10% más bajos en el caso de las personas que habían tomado un baño con agua caliente.
Finalmente, la investigación también mostró un cambio en la respuesta inflamatoria, por lo que se determinó que, así como el ejercicio físico, el calor pasivo de los baños con agua caliente reduce la inflamación crónica que normalmente se presenta como síntoma de enfermedades como Alzheimer o la diabetes tipo 2.
Todas estas ventajas tienen un origen y es que la ciencia detrás de los beneficios que brindan los baños calientes se debe a las proteínas de choque térmico, las cuales consisten en moléculas que se producen en respuesta a las tensiones. Tradicionalmente, los niveles de esta proteína aumentan después de cualquier jornada de ejercicios físicos, pero se determinó que aumentan del mismo modo gracias al calor pasivo de un baño de agua caliente.
En conclusión, mantener las proteínas de choque térmico en niveles elevados mejora tanto los niveles de azúcar en la sangre como los efectos que tiene la insulina en el organismo y, por el contrario, si esta proteína reduce su nivel, se aumenta el riesgo de padecer de diabetes en el futuro.
Los chorros de agua y la hidroterapia
Además de los grandes beneficios que tiene el agua caliente como terapia de choque para nuestro cuerpo, la acción de una bomba de agua generará unos suaves golpes debajo del agua que brindarán otra serie de beneficios en nuestro cuerpo.
Se ha determinado que los chorros de agua a nivel de las piernas tienen una acción indirecta sobre el intestino y la vejiga. Si el chorro de agua te golpea el pecho o la espalda, estarás beneficiando el hígado, los pulmones e, incluso, el corazón. Y, por último, un chorro de agua directamente a la cabeza tiene una acción positiva sobre distintas dolencias auditivas y visuales.
El jacuzzi como instrumento de hidromasaje
El jacuzzi es la bañera de hidromasaje más utilizada por las personas al ser ampliamente conocida por los usuarios a lo largo del mundo por sus chorros de agua caliente que producen el famoso burbujeo en el agua. Los jacuzzis o bañeras de hidroterapia presentan varios beneficios.
En primer lugar, los jacuzzis son famosos por acabar con el estrés y la ansiedad, ya que el uso de uno de estos aparatos nos ayuda a prevenir o aliviar un dolor de cabeza o jaqueca al promover la relajación y reducir el estrés rápidamente. Definitivamente, te sentirás renovado y lleno de energía después de un baño en el jacuzzi.
En segundo lugar, está demostrado que hay un alivio notable del dolor cuando las personas se bañan en un jacuzzi. Independientemente si el dolor es causado por los huesos y articulaciones o bien si es muscular, puede llegar a aliviar eficientemente cualquiera que sea el dolor, ya que actúa de forma similar a una compresa caliente, por lo que ayuda a reducir la tensión muscular, aliviando el dolor de las articulaciones.
Finalmente, otro de los beneficios del jacuzzi es la facilidad con la que conciliarás el sueño posteriormente de disfrutar de un baño con hidromasajes, por lo que lograrás eliminar el molesto insomnio definitivamente. Puedes adquirir algún jacuzzi recomendado en este enlace.
Por último, si por falta de presupuesto no puedes instalar un jacuzzi en tu propio hogar, deberás asistir a un spa, ya que en la actualidad prácticamente todos los spas cuentan con una sala con jacuzzis y demás servicios adicionales, como por ejemplo un sauna o baños de vapor, que te pueden ayudar a regenerar todas las energías perdidas durante la semana.
DEJA UN COMENTARIO
0 COMENTARIOS