Durante mucho tiempo, pensábamos que el jardín o la terraza eran para disfrutarlos cuando hacía buen tiempo, pero hoy día tenemos muchas opciones para sacarle el máximo partido a este espacio en casi cualquier época del año.
Tener a mano un espacio al aire libre como un jardín o una terraza siempre es una buena idea para disfrutar en exteriores sin necesidad de salir de casa. No obstante, para aprovechar esos espacios el tiempo tenía que acompañar, por lo que era habitual que, fuera del verano y los meses más suaves del otoño y la primavera, este espacio quedase limitado en su disfrute. Afortunadamente, gracias a la amplia oferta de complementos que actualmente tenemos a nuestro alcance, resulta fácil gozar de nuestro jardín casi durante todo el año. Y lo mejor de todo es que tampoco tendrás que invertir demasiado para equipar tu hogar y sacarle aún más partido a este espacio.
Chimeneas y estufas
Uno de los principales enemigos que nos encontramos a la hora de disfrutar del exterior durante los meses de invierno son las bajas temperaturas. No obstante, en esos días en los que el sol sale, calentando un poco el ambiente, al tiempo que el viento está en calma, la verdad es que apetece un rato de jardín o terraza. Para solventar los problemas con las bajas temperaturas del entorno, las habituales en la época, no tenemos más que recurrir a soluciones como las chimeneas o las estufas de jardín.
Muchas de estas estufas seguramente te sean ya conocidas si caminas por el centro de cualquier ciudad, allí donde se encuentran las terrazas de los bares. Estas estufas permiten calentar el entorno de la zona en donde se ubican, con un alcance aproximado de unos 20 a 30 metros cuadrados para un producto de unos 10 a 13 kilovatios de potencia. Además, en los modelos a gas, no es necesario preocuparse de tener un enchufe cerca, son totalmente autónomos y generalmente tienen costes más reducidos que los modelos eléctricos.
La alternativa más rústica la encontramos en las chimeneas y braseros de jardín. Estos productos queman todo tipo de leñas, o incluso pellets, y cuentan con formatos abiertos y cerrados. Estos últimos constan de un espacio cubierto por cristales refractarios, que distribuyen el calor al entorno. Por su parte, los modelos abiertos generan una sensación muy agradable, tanto térmica como visual, aunque conviene tener cuidado con el viento.
Refrigeración
Cuando hablamos de jardín y terraza, generalmente pensamos en el verano. Pero lo cierto es que cuando los termómetros superan con holgura los 40 grados, a veces resulta difícil estar en un sitio sin refrigerar. Afortunadamente, este problema también cuenta con soluciones adecuadas.
Las más sencillas son los ventiladores de toda la vida. Estos productos mueven el aire y generan una cierta sensación de frescor. Tienen la ventaja de ser baratos, gastan poco y pueden colocarse en cualquier parte. Sin embargo, si quieres algo más eficiente, tienes a tu disposición los climatizadores evaporativos. Estos equipos de mayor potencia de los modelos domésticos se encargan tanto de humedecer como de refrescar el ambiente, al tiempo que generan una ventilación de alto nivel. Suficiente para luchar contra las altas temperaturas propias de la estación y tener un mejor confort.
Estructuras
Otro elemento importante para protegernos del frío y del calor es contar en nuestra terraza o jardín con estructuras adecuadas a nuestras necesidades. Lo más habitual es recurrir a la clásica pérgola, bien convencional o con cubierta vegetal, pero lo cierto es que la actual oferta de carpas y cenadores que encontramos en el mercado puede ser incluso más interesante.
La idea es que muchas de estas estructuras incluyen paredes en su planteamiento, lo que es un complemento estupendo tanto para evitar corrientes o el frío más intenso del invierno como a la hora de tapar más el sol durante el verano. En este último caso, algunos modelos incorporan ventanas practicables y otros elementos de ventilación, que evitan tanto la acumulación excesiva de calor como de gases en caso de usar estufas en su interior.
Por si fuera poco, la oferta existente también cubre todo tipo de planteamientos en lo que a medidas y dimensiones se refiere. Por tanto, no importa si no tienes grandes espacios en tu jardín o terraza o si quieres montártelo a lo grande. En ambos casos, encontrarás sin dificultad una opción ideal para ti. Como referencia, en el mercado encontramos productos que van desde los 9 a los más de 100 metros cuadrados de superficie, ideal pues para cubrir cualquier espacio que necesitas.
Lo mejor de todo es que el diseño es tan cómodo y fácil de montar y desmontar como las estructuras más clásicas. Así que si llega un momento del año en que ya no ves conveniente tener montada la carpa en tu jardín, apenas te llevará unos minutos almacenarla hasta que el buen tiempo regrese a tu entorno.
Mobiliario y complementos
El último elemento que nos queda por analizar es el mobiliario del jardín y los complementos correspondientes. Empezando por el propio mobiliario, existen ciertos materiales que son más agradables para su uso general, tales como las fibras vegetales o la madera. Estos productos mantienen una temperatura más agradable durante todo el año y no se ven tan afectados por el frío o el calor, tal como pasa con los muebles metálicos o plásticos.
Algo parecido ocurre con los textiles que, aunque resultan más prescindibles durante el verano, sí son muy necesarios durante el invierno. Durante las épocas más frías, se recomienda recurrir a elementos como los cojines y los acolchados en los sillones o sillas. También puede ser interesante usar manteles para las mesas que den una mayor sensación de hogar.
Como es obvio, en lo que a los textiles se refiere, se recomienda mantener los mismos en el interior hasta que sea momento de utilizarlos, para que no se enfríen o se deterioren con el mal tiempo. También conviene mantener una limpieza adecuada, conforme el producto lo necesite, procurando que no quede expuesto al frío si está húmedo.
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