¿Cómo ahorrar en casa?

Última actualización: 25.04.24

 

Mensualmente, gran parte de nuestro presupuesto está destinado a cubrir los gastos de servicios en casa como la electricidad, agua, gas, comida, entre otros, dejándonos limitados de dinero hasta el próximo día de pago. Por esta razón, queremos hablarte sobre el ahorro doméstico y enseñarte algunos trucos para reducir gastos en las facturas.

 

Cada mes llegan facturas para pagar, estando los servicios públicos en la categoría de gastos variables, ya que son consumos básicos que pueden variar de un mes a otro. Por ejemplo, el aumento de la factura de electricidad en el invierno o del agua en verano. 

Estos gastos mensuales de una casa pueden afectar tu poder adquisitivo, si no tienes un control de los mismos. Es por ello que es conveniente aprender algunos trucos para ahorrar en este tipo de egresos y así puedas tener oportunidad de economizar dinero y destinarlo para otros fines, como inversiones, entretenimiento y otros. 

 

Plan ahorro hogar: empezar por la electricidad 

Quizás te pueda parecer tacaña la idea de hacer un plan de ahorro del hogar para que toda la familia participe activamente y contribuya en la reducción de gastos. Pero, una vez que se empieza a ejecutar dicho plan, las satisfacciones llegarán mensualmente cuando veas la reducción en las deudas a pagar. 

Una de las maneras de ahorrar consiste en mejorar los hábitos de consumo de electricidad y para que esto sea posible debemos entender cómo se estructura el consumo eléctrico en una vivienda. 

De acuerdo al informe de Consumos del Sector Residencial en España, realizado por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, el gasto eléctrico medio mensual es de 291 kWh por cada vivienda. De este total, el 55,2% corresponde a los electrodomésticos, el 11,7% a la iluminación, el 9,3% a la cocina, el 7,5% al agua caliente sanitaria, el 7,4% a la calefacción, el 6,6% al StandBy y el 2,3% a la refrigeración. 

Con esta información, podemos puntualizar cuáles son aquellos consumos que podemos reducir, como es el caso del modo StandBy de los electrodomésticos, por lo cual se recomienda desenchufar los dispositivos electrónicos para ahorrar. Un ejemplo de ello sería el uso de accesorios como la diana electrónica que, si bien resulta muy divertida en las reuniones con amigos o familiares, no es necesario mantenerla todo el día conectada a la red eléctrica.

Por tanto, puedes desenchufarla y conectarla justo al momento de iniciar el juego. Lo mismo se aplica a otros equipos de uso más cotidiano como la televisión, los decodificadores, el ordenador, reproductores de música, entre otros dispositivos. 

En el caso de la iluminación, es necesario el uso de bombillas eficientes o iluminación led que, aunque son más caras, te ayudarán a reducir considerablemente el consumo y su tiempo de vida es mucho mayor que las incandescentes. 

Menos agua caliente

Usar más agua fría será saludable para tu bolsillo como para tu piel. Pero, como sabemos que no es tan fácil ducharse con agua helada durante el invierno puedes utilizar los grifos mono mando, que te permiten combinar el agua fría con la caliente para conseguir una temperatura agradable, que puedas tolerar sin aumentar la factura eléctrica. 

En este sentido, el uso racional del agua también disminuirá el valor del recibo mensual de este recurso indispensable, por lo que recordar los trucos del hogar que tanto nos mencionaron en la escuela será de gran ayuda: 

Cierra el grifo mientras te cepillas los dientes y te enjabonas en el baño.

Toma duchas cortas y evita el uso de la bañera.

No uses el inodoro como basurero. 

También, puedes usar ciclos rápidos de lavado y cargas completas para reducir el uso de la lavadora. Además, es aconsejable realizar un mantenimiento preventivo o revisiones regulares de las instalaciones y cañerías para verificar que no existan fugas.

 

Regula la temperatura en las diferentes estaciones

En invierno cometemos el error de encender la calefacción en toda la casa, incluyendo aquellas estancias que no frecuentamos. Lo mismo sucede durante el verano, cuando usamos el aire acondicionado gran parte del día, manteniéndolo encendido, incluso, cuando salimos de casa. Estas acciones parecen inofensivas, pero son capaces de inflar la tarifa de electricidad.

Por ello, tenemos algunos consejos para ahorrar en estas situaciones:

1. En invierno usa ropa abrigadora cuando estés en casa y limita el uso de la calefacción para los días más fríos.

2. Enciende únicamente la calefacción en la habitación donde estás.

3. Evita tapar los radiadores.

4. Para el verano, opta por el uso de ventiladores que el del aire acondicionado.

5. Mantén una temperatura agradable durante las estaciones que oscile entre los 18 y 22 grados.

Sobre este último aspecto, te será de mucha utilidad instalar un termostato digital (verifica en este enlace algunas opciones de compra) para programar la temperatura idónea y controlar así el consumo de la calefacción. En el mercado hay muchas opciones económicas y funcionales, así que puedes hacer una revisión para elegir el que se adapte a tus necesidades.

Otros métodos para ahorrar

Si bien el consumo de electricidad es un gasto predominante en nuestro presupuesto mensual, también hay otros servicios y egresos superfluos que podemos ajustar para economizar dinero y reducir nuestras deudas mensuales. 

Planifica tus gastos: Puedes empezar por la tradicional técnica del lápiz y papel o, mejor aún, utilizar una libreta en la que puedas organizar tus ingresos y egresos mensuales. Así podrás saber cuáles han sido tus gastos innecesarios y te ayudarán a tener una visión más clara de tus finanzas, reconociendo los puntos débiles que debes tratar.

Utiliza transporte público: Evita el uso del coche en lo posible, opta por usar el transporte público o la bicicleta, lo cual resulta más ecológico para el planeta y saludable para tu cuerpo. 

Cosas usadas: Antes de comprar un electrodoméstico nuevo o ropa, revisa los sitios online que venden cosas usadas o date una vuelta por las tiendas de segunda mano donde puedes conseguir lo que necesitas por un coste mucho más bajo. Y, seguramente, te sorprenderás del buen estado en que puedes adquirir algunos productos. 

Comida casera: Puedes organizar tu menú semanal para llevar tu almuerzo al trabajo y evitar comer en restaurantes y cafeterías. Además, podrás iniciar una alimentación más saludable. 

Enseña a los niños a economizar: La educación financiera ha quedado desplazada durante décadas de las escuelas. Sin embargo, nunca es demasiado temprano para enseñar a los niños la importancia de ahorrar y el valor del dinero. Por ello, es importante involucrar a los pequeños en este plan de ahorro doméstico, para que ellos se habitúen al ahorro dentro y fuera del hogar. 

 

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